31 dic 2013

Henri Cartier Bresson

Nacido el 22 de agosto de 1908 en Chanteloup en el seno de una familia muy burguesa nunca le faltó de nada, adquiriendo desde pequeño un trazo esencial de su carácter, la cólera, que heredaría de su abuelo. Tímido e impulsivo ni fue un buen estudiante ni quiso trabajar en las empresas familiares de manera que, confundidos sus padres, lo encomendaron a su tío Louis, pintor muerto después en el frente en 1915.: “la pintura es mi obsesión desde los tiempos en que mi padre mítico, el hermano de mi padre, me llevara a su taller en donde vivía en una auténtica atmósfera de pintura”... En 1927 frecuentará el taller de André Lhote en Montparnasse.

Introducido en los círculos artísticos conocería al todo París de la época, Gertrude Stern, Marie-Louise Bousquet, Max Jácob y a los surrealistas de la plaza Blanche, especialmente a René Crevel y André Breton. A través de su amistad con los Crosby, millonarios americanos, conoce a Julián Levy, marchante de arte en Nueva York, quien sería su valedor en los Estados Unidos.


Sus primeras experiencias con la fotografía empezaron con una cámara Kodak Box Brownie.
En 1932 adquiere su "maravillosa" Leica: el formato de 35 mm llega a sorprenderle y fascinarle. Henri llegó a cubrir de negro las partes niqueladas de su cámara para pasar inadvertido. 
Se encontraba muy atraído por imágenes de fotografía de carácter deportivo, publicadas en aquel entonces por revistas francesas y alemanas de los años 30. Era un padre del fotorreportaje y junto a Robert Capa fue también el cofundador de la agencia Magnum Photos.

Poseía una gran capacidad única para capturar el momento efímero en que la importancia del tema se da a conocer en la forma, el contenido y la expresión. Lo llamó el momento decisivo.

Referente a su técnica jamás recortó los negativos, se positivaban completos, sin encuadrar ni cortar nada. Realizó fotografías en prácticamente todo el mundo y fue el primer fotógrafo en exhibir en el museo del Louvre, en París.
Publicó numerosos libros, es de destacar el publicado en los años 50 titulado "Images a la sauvette" que es todo un legado y compendio del significado, técnica y utilidad fotográfica.
En 1937 contraerá matrimonio con una bailarina javanesa, Ratna Mohini, y debutará con una colaboración en Ce Soir diario comunista editado por Louis Aragon. La llegada de la guerra convierte en combatiente al fotógrafo que será hecho prisionero de los alemanes y deportado al norte de Alemania. En 1943 y a la tercera tentativa logrará fugarse del campo en el que había sido internado y se unirá a la Resistencia. Con el fin de la guerra y traumatizado por ella, buscará refugio y logrará volver a la vida por medio de la pintura y sobre todo de los pintores.
En 1946 vuelve a los Estados Unidos en donde ya es conocido y considerado un maestro de la fotografía. Después de un año de reportajes en ese país para completar su exposición “postuma” (se le creía desaparecido en la guerra) expondrá 300 fotografías en el MOMA.
Estando en Nueva York (mayo de 1947), y en un ya más que conocido almuerzo en el restaurante del MOMA, tendrá lugar el acontecimiento del nacimiento de la Agencia Mágnum, aunque su origen deberá buscarse en los años 30 y en las primeras complicidades y conversaciones tenidas en Montparnasse entre HCB, David Chim Seymour, André Friedmann Cappa y George Rodger. Creada bajo la forma de cooperativa la agencia se convertirá en la inventora del derecho de autor en fotografía y se regirá por una estricta ética dirigida a la libre elección del tema, exploración en profundidad del mismo sobre el propio terreno y ausencia de textos que perturben la lectura de la imagen, apenas una leyenda informativa a pie de foto.
Henri Cartier Bresson dejaría Mágnum en 1966 en desacuerdo con lo que consideraba un excesivo espíritu de marketing. Un año después se divorciará de Ratna para poco después volver a contraer matrimonio con Martine Frack, quien será su compañera hasta el final de sus días. Los siguientes años son una carrusel de nuevas publicaciones, exposiciones y homenajes continuos aunque a partir de 1974 dedicará el mayor tiempo que puede a pintar: “la foto es una acción inmediata, el dibujo una meditación”.
Diez años antes de su muerte Henri Cartier Bresson había dejado de hacer fotografías…
En el año 1974, decide dar un cambio a su carrera como fotógrafo para volver a la pintura, su verdadera vocación desde la infancia. En sus últimos años de vida, crea junto a su mujer la Fundación Henri Cartier Bresson, en la que recopila toda la obra que realizó en vida.
Henri fallece el 4 de agosto del 2004 a los 95 años de edad.
El 3 de agosto de 2003, moría Henri Cartier-Bresson a la edad de 95 años. Considerado por muchos como el “fotógrafo más grande de los tiempos modernos”, tal y como decía su íntimo amigo André Pierre de Mandiargues, HCB será recordado como un demiurgo capaz de inventar el mundo a través de la captura de un instante de la vida para preservarla en imágenes prises à la sauvette , sabedor de que prolongaba, en su siglo, la tarea sin fin del artista por robar al tiempo y al espacio el más mínimo hálito de vida en su lucha por sobrevivir a la tormenta de la existencia. Retratista de Matisse, Bonard, Braque y Miró, cómplice de Giacometti, asistente de Renoir, compañero de Breton y los surrealistas, sería capaz, como nadie, de arrancar un instante de inmortalidad de la vida misma.
Con él desaparece un hombre que encarnaría, durante un largo transcurso de la historia del medio, una de las esencias de la fotografía y que para toda una generación de fotógrafos vino a significar el auténtico espíritu de la misma al ser el padre espiritual del instante decisivo.

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